Me quitó la tristeza

Al terminar la primera sesión con Manu, salí como si me hubieran quitado una mochila y durante los días posteriores fui notando como si se desatara la espalda, hacía tanto tiempo que arrastraba dolores y contracturas que me había acostumbrado a llevarlo, pero me he dado cuenta que estaba repercutiendo en el descanso, en mi estado de ánimo y en mi carácter. De hecho, tras la terapia también noté cambios emocionales, no sé si consecuencia de los beneficios físicos obtenidos, empecé a estar más relajada y sentirme lo que podríamos describir como “actitud zen”, pero realmente me encuentro tan bien que yo digo que esta terapia… «me quitó la tristeza” y no solo lo he notado yo, mi entorno también.
Lo mejor de esta experiencia es que los beneficios que notas los primeros días son sólo el principio, yo he mejorado el descanso por las noches muchísimo  y me despierto con energía y eso repercute positivamente en todo.
Recomiendo cien por cien que os pongáis en manos de Manuel.

ICV